Cada vez es más normal encontrarnos con que un comercio acepta Bizum como forma de pago. Incluso en el Rastro de Madrid u otros mercadillos callejeros, muchos comerciantes prefieren que se les pague con esta aplicación para no contar con datáfonos. En una de las últimas ediciones del consultorio tecnológico os hablamos de hasta qué punto era válido que en un negocio te ofrezcan esta opción como única alternativa al efectivo y de qué forma se cuida tu privacidad.

 

A raíz de esta cuestión, nos habéis preguntado por la otra cara de la moneda: cómo pueden utilizar la herramienta los negocios de una forma responsable y sin hacer públicos demasiados datos personales del vendedor.

Pago entre particulares vs. pago para empresas

Sigamos con el ejemplo del Rastro: una persona que está vendiendo cualquier tipo de productos en su puesto quiere que le pagues por Bizum, por lo que debería darte su número de teléfono personal (o al menos uno que esté ligado a su cuenta bancaria). Su nombre de pila aparecería en nuestra pantalla para confirmar el pago. Con estos datos, un potencial estafador contaría con información que podría servir para intentar hacerse pasar por tu banco o por una empresa proveedora de servicios en un caso de phishing, por ejemplo.

Desde Bizum explican a Maldita.es que su servicio “está pensado para pagos entre particulares”. “En el caso de empresas, ya sea autónomos o comercios, estos deben ponerse en contacto con su entidad que les informará de las opciones habilitadas para que puedan recibir pagos por Bizum”, explican.

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