La situación generada por el COVID-19 ha acelerado la transformación digital de las compañías. En este sentido, tres de cada cuatro organizaciones consultadas por CISCO han adelantado la implementación de sus planes digitales, reduciendo la duración prevista de entre 1 y 3 años a meses o semanas. A pesar de que las consecuencias de esta crisis no están siendo iguales para todos los sectores, existen una serie de factores comunes.

Nuevas experiencias

  • El online se convierte en frontline. El coronavirus ha acerado la evolución del eCommerce y las compañías han empezado a ofrecer nuevos servicios online, mejorando la logística y la experiencia del consumidor.
  • Interfaz e interacción sin contacto, favoreciendo una transición más rápida hacia las interfaces de voz y visión artificial, así como hacia métodos de pago sin contacto.
  • Alza de la telemedicina, debido a la inclusión de consultas y cuidados virtuales.

Cambio de metodologías

  • Redefinición de la enseñanza online, que ayudará a retener mejor la información y ahorrar tiempo en desplazamientos, teniendo en cuenta el bienestar tanto físico como mental.
  • Fuerza de trabajo distribuida. Es necesario implementar nuevas medidas de seguridad en las oficinas, que se deberán combinar con el trabajo presencial y remoto, incrementándose el uso de herramientas tecnológicas de videoconferencia y colaboración.
  • Incremento de los eventos digitales. Durante este periodo, debido a las medidas de distanciamiento, ha aumentado el número de eventos virtuales en detrimento de los presenciales. Y, con el paso del tiempo, el número de eventos híbridos, con reuniones presenciales reducidas, aumentará.

Establecimiento de nuevas prioridades

  • Reevaluar las medidas temporales adoptadas tras ser implantadas de manera urgente, analizando si se pueden mantener como parte de la estrategia de una hoja de ruta basada en un modelo de negocio más ágil y resistente.
  • Reforzar la infraestructura digital tras el incremento de los niveles de tráfico web que se han producido y tras expandirá, a prácticamente la totalidad del día, las horas pico. Las compañías deberán ampliar el uso del Cloud y del Software as a Service (SaaS), y la Inteligencia Artificial ayudará a automatizar las operaciones de redes complejas, incrementando su eficiencia y agilidad.
  • Integración de la ciberseguridad en las redes, apoyándose en las tecnologías de automatización.
  • Datos, automatización y robots. Se incrementará el uso de los robots en multitud de tareas y el uso de tecnologías IoT y Big Data será determinante a la hora de monitorizar futuras crisis o situaciones excepcionales.

Fuente: Directivos y Gerentes