Este tipo de comercio electrónico garantiza entregas rápidas en un plazo de entre 15 minutos y dos horas. Para lograrlo, la optimización de rutas es fundamental, según los expertos.

La velocidad de las entregas se ha convertido en un deber más para el ecommerce, que tiene que cumplir con las expectativas de entrega de unos consumidores cada vez más exigentes. En este sentido, el quick commerce, o q-commerce, es una nueva tendencia dentro del comercio electrónico que garantiza entregas muy rápidas, de entre 15 minutos y dos horas.

Una de las ventajas principales que ofrece este modelo de comercio a la empresa es la rentabilidad. Mientras que el ecommerce tradicional supone un trabajo constante por ofrecer buenos precios para poder competir en el mercado, el q-commerce permite a las empresas ofrecer sus productos al valor que deseen porque el foco está puesto en la velocidad de la entrega. En este sentido, la optimización de rutas juega un papel fundamental en la estrategia para planificar las entregas y cumplir con los tiempos pactados.

Pero la pregunta es: ¿están las empresas de logística preparadas para este tipo de comercio? Según Guillermo Castelli, CEO de la plataforma SaaS QuadMinds, «el q-commerce no es para todas las empresas, y eso está bien». «Aunque sea una tendencia o una evolución natural de los modos de vida, no todo el mundo tiene la obligación de ofrecer este servicio. Sin embargo, es cierto que las exigencias del público consumidor empujan a la competitividad y dejan fuera a los negocios que no pueden cumplir con ellas.

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