Disrupción e incertidumbre. Estos son los dos conceptos que definen el impacto del covid-19 en la distribución e industria alimentaria, según el informe ‘El estado de la Alimentación: disrupción e incertidumbre. La situación de las ventas minoristas de alimentación en 2021’ (The State of Grocery), elaborado por McKinsey & Company y Eurocommerce.

El estudio señala que los ingresos se han visto afectados positivamente por la pandemia. Así, durante el primer confinamiento en marzo de 2020 las ventas de alimentación en Europa aumentaron un 20% de media y un 10% durante todo el año 2020. Al mismo tiempo, debido a la presión sobre las cadenas de suministro y a la creciente necesidad de introducir medidas higiénicas adicionales, aumentaron los costes.

Leer noticia completa: Profesional Retail